Ella dormía al sol mientras yo escuchaba a tres quinceañeros jugar a los Beatles. Los Ron, Hermione y Harry flirteaban por doquier en esta tarde de sol de Bath. El romance olía a vainilla. El sol me pegaba de frente, me envolvía con un abrazo protector y me hacia parpade
Es difícil explicar la amistad. Pero yo creo que esta tarde la pinta tal cual: dos sillas mirando al sol, sin necesidad de palabras. Podría decirse que las charlas, los paseos, las fotos y la joda pasan, se confunden, se mezclan y pierden en la biblioteca de los recuerdos. Lo que el bibliotecario atesora con gran cuidado es la imagen de las sillas y el silencio.
Y ustedes ¿qué eligen para archivar?