Caminaba por la vereda concentrada en absorber el sol -mientras está disponible- y de golpe un sillón de dos plazas color manteca me pasa por la derecha. Dos chicos lo empujaban sobre un skate, cargando además un pack de birras como nafta para el descanso.
El skate se les traba en una piedra y la mudanza para por un ratito. Les sonreí, halagué su buena idea y les pregunté si podía sacarles una foto. Orgullosos de haber captado mi atención, posaron sonrientes aprovechando el descanso. Esta es la foto de la interesante escena, juzguen por ustedes mismos.
1 comment:
Quiero un skate para mi futuro pero con manubrio y motorcito y un asientito,bah casi una motito,me encantó,kah.ma.
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