Extraño las tardes en que escribía. Escribía y viajaba, conocía gente, experimentaba cosas nuevas. Ahora los textos son solo títulos o ideas sueltas en alguna agenda de pendientes: escribir un comparativo sobre los casamientos, las playas y la Sole de verano vs la de invierno.
Ya no me queda tiempo, pienso. O quizás no me hago el tiempo. O no quiero tener tiempo. No sé. Solo sé que extraño mis tardes en que escribía ¿Lograré encontrarlas otra vez?
2 comments:
Ánimo. Vos sabés cómo son las palabras. De pronto es martes a la tarde, llueve, y vos estás escribiendo en un cuaderno rayado.
Gracias Ignacio. Lindo viniendo de otro escritor. Ahora me voy a dar una vuelta por la tierra fugaz de múltiples identidades.
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