¡Quiero aburrirme más!

Vengo escribiendo poco. Cosa que no me gusta para nada, porque es como que algo faltara. Pero bueno, acá retomo amigos. Hace rato que quiero escribir sobre la falta de tiempo, o más bien, la obsesión con el paso del tiempo. Después de haber leído esta nota que me recomendaron, me quedé pensando en cómo nunca tengo tiempo de aburrirme ¡Quiero aburrirme más!

Que un trabajo, que otro, que mandar CV, que escribir un artículo, que hablar por skype, que cocinar, que leer los mails: ¡basta! Quiero aburrirme un poco más. Como bien dice Hugo Caligaris en su artículo, aburrirse nos da un poco de espacio para un pensamiento mas filosófico que el cotidiano.

Dejar un poco lo de siempre y volar. Basta de pensar en qué comprar en el super, cuándo hablar con fulanito, y después escribirle a menganito, de que no llego a fin de mes, o que necesito más laburo, o que tengo mucho, pero gano poco. O de pasarse todo el día en la compu para no aburrirse ¿Por qué no dos horas en un banco de plaza? Se supone que después de la primer hora uno ya se tiene que empezar a aburrir, ¿no?

Tengo que probarlo. Uno de estos días en que el solcito no abandone, me siento en el banco de plaza del parque y después les cuento si pude obligarme a aburrirme. Así quizás la mente me lleve a otros tiempos, sin husos horarios, ni agendas o relojes. Un tiempo que solo se mide por el ritmo de la respiración y el contemplar la caída del sol.


Si alguno se anima a aburrirse, ¡después me cuenta acá!